Estas mujeres viven del deseo del hombre, del amargo dinero que les deja sabor a necesidad. quiero rendirles homenaje a estas mujeres y demostrarles mis mas profundos deseos pero de que algun dia puedan dejar de vender el unico lujo que tenemos en esta vida. La libertad de ser.
Muchos fines de semana que regreso de viaje veo al ir en el auto cerca del centro del DF a estas Señoras del placer esperando al proximo cliente, dandole fin a un "gansito" o a las "papitas" o a lo que puedan meterse en la boca en todo el dia pues el ir a comer a lo mejor significa 2 o 3 clientes menos, asi que la comida chatarra se transforma en manjar de las calles.
por favor...
¡respetenlas!
Espero sea de su maldito agrado.
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