En el marco del hinduismo, Kali es una de las diosas principales. Aunque generalmente se la conoce como un ser violento, Kali es una diosa con una historia compleja.Su historia temprana como criatura de la aniquilación todavía tiene cierta influencia, mientras que las creencias tántricas más complejas amplían a veces su papel, ubicándola como la «realidad última» y la «fuente del ser». Finalmente, el movimiento piadoso reciente concibe a Kali como la benévola Diosa Madre. Kali es considerada una de las consortes de Shivá. Su nombre parece ser una versión femenina de la palabra sánscrita kāla (que significa ‘oscuridad’); también significa ‘mujer negra’. Las diosas con las que ella es asociada o identificada incluyen a:
- Durgá
- Párvati
- Uma
- Jimavati
- Bhavani (o Bhowani Deví)
- Satí (encarnación como hija de Daksha, que no toleró cuando su padre insultó a su esposo Shivá y se prendió fuego a sí misma)
- Rudrani (esposa de Rudra o Shivá),
- Chinnamasta
- Chamunda
- Kamakshi (ojos de lujuria)
- Menakshi
- Kumarí
Los hindúes creen que la repetición de cualquiera de los nombres de sus dioses (entre los que se incluye Kali) dan energía especial al devoto.
En las tradiciones posteriores, Kali ha llegado a ser inexpugnablemente ligada con Shivá. La forma «desencadenada» de Kali a menudo llega a ser salvaje e irrefrenable, y sólo Shivá es capaz de domesticarla. Esto es porque ella es una versión transformada de una de sus consortes y porque él es capaz de emparejar su ferocidad. Sus métodos varían desde desafiarla al baile silvestre del tandava y aventajarla, a aparecer como un bebé que llora (apelando así a sus instintos maternales). Sin embargo, la iconografía a menudo representa a Kali bailando sobre el cuerpo caído de Shivá, y hay referencias sobre ellos bailando juntos, en un estado de salvajismo.
La implicación de Shivá con el tantra y la naturaleza oscura de Kali, han conducido a que ella se convierta en una importante figura tántrica. Para los seguidores del tantra era esencial hacer frente a su maldición, el terror de la muerte, así que dispusieron aceptar las bendiciones de su hermoso y consolidado aspecto maternal. Para ellos, la moneda tiene dos lados:
la muerte no puede existir sin la vida, igualmente la vida no puede existir sin la muerte.
El papel de Kali aumentó, valorándosele a veces como el caos que se podía enfrentar para traer la sabiduría, y algunos textos tántricos le dan un profundo significado metafísico.
El Nirvana-tantra presenta claramente su naturaleza incontrolada como la última realidad, considerando que la trimurti (‘tres deidades’) de los dioses Brahmá, Visnú y Shivá aparecen y desaparecen en ella como burbujas del mar. Aunque esto es un caso extremo, el Ioguini-tantra, Kamakhia-tantra y el Niruttara-tantra la declaran el sua-rupa (propio-ser) de Majadevi (la ‘gran diosa’, que está en este caso visto como la combinación de todas las devis).
Espero sea de su maldito agrado.